Altitud Max.
Altitud Min.
Desnivel Positivo
Desnivel Negativo
La Cascada de Aguasal, como suele pasar, es preciosa, pero está algo escondida.
Está situada al pie del Zalama, y al situarse en un lugar un tanto fronterizo, podemos llegar a él por varios lugares, pero el más fácil y bonito es desde el pueblo de San Pelayo, pedanía perteneciente a la Merindad de Montija. (también se puede llegar a ella por Irús o Las Bárcenas).
Aparcamos lo más cerca del camino que vamos a coger, a la salida del pueblo de San Pelayo, tras atravesar una camino estrecho asfaltado, hay una campa donde podemos dejar el coche.
El camino no está marcado, y suele estar embarrado. Lo mejor para seguir el camino es seguir el track que hemos subido, ya que hay varios cruces de caminos, y más adelante tenemos que atravesar un pequeño bosque de hayas, robles y pinos, y descender por el mismo para después llegar a esta espectacular cascada formada por el río Ordunte. También podremos ver una prolongada cola de caballo, que abarca casi hasta donde la vista llega.
Se puede volver por el mismo camino, pero nosotros elegimos volver por otro, para hacer una bonita ruta circular.
Este camino de vuelta es fácil, una vez encontramos una pista forestal, solo tenemos que seguirla.
Las cascadas siempre hay que verlas con agua, cuanta más, mejor. Por lo tanto lo mejor será verla desde otoño a primavera. Como atravesamos un precioso bosque, depende si te gusta más la hoja de otoño, o la de primavera, elige una estación u otra. Necesitamos lluvia para ver la cascada en plenitud, pero con el inconveniente de que encontraremos el camino embarrado, y recordamos que el camino, no está indicado.
Por ello, debemos llevar el track y seguirlo, o bien imprimirse el recorrido (recomendamos la primera opción). Debido al posible barro, y la pendiente en el bosque, no recomendamos hacer el recorrido con niños o mascotas.