Vamos a dar una vuelta por Valdenubla. Valdenubla fue una granja explotada por los monjes del monasterio de San Juan de Hoz y de Oña. Hoy apenas se distinguen las ruinas de una tosca edificación. La vegetación y el paso del tiempo han dado buena cuenta de ello.

El paraje por donde transita este sendero de Pequeño Recorrido es recóndito, como lo fue la ubicación de esa granja y del propio monasterio de San Juan de la Hoz. Sin duda un buen lugar para el refugio durante los primeros tiempos de la repoblación.

Muchos años después, decenas de resineros hicieron acto de presencia por estos montes con el objeto, como se deduce del nombre de su profesión, de extraer la resina de los pinos.

Dos industrias del ramo se establecieron en Oña. Fueron años de una actividad frenética de la que aún quedan muchos recuerdos vivos.

Hoy, aquellos senderos y caminos han cambiado de usos y nos permiten mantener viva una memoria de incalculable valor antropológico.