Altitud Max.
Altitud Min.
Desnivel Positivo
Desnivel Negativo
Durante siglos, Medina de Pomar fue una villa estratégica por sus puentes. Muchos de los caminos del norte pasaban por las riberas de Medina para salvar los ríos de la comarca. Pero este servicio había que pagarlo: una aduana cobraba un impuesto por paso de carros con mercancías, ganados y personas, por lo que cerca de los puentes medineses existieron torres o casonas de control.
La naturaleza, en este caso en forma de ríos, el Nela y el Trueba , se ha encargado de configurar un paisaje de terrazas fluviales ricas para la agricultura. Los bosques de ribera que cubren los cauces, alisos y sauces fundamentalmente, otorgan a este recorrido un especial interés.
Antes de desembocar en el río Trueba, el Salón genera un pequeño humedal en el que es frecuente el avistamiento de algunas especies migratorias.
Los restos del malogrado ferrocarril Santander-Mediterráneo aún ponen de manifiesto la magnitud del proyecto, la tecnología aplicada y la calidad de los materiales. El puente de El Vado, construído a principios del siglo XX, es una buena muestra.