Altitud Max.
Altitud Min.
Desnivel Positivo
Desnivel Negativo
El sendero del Monte Hijedo permite conocer al visitante uno de los robledales de roble albar más extensos y mejor conservados de la cornisa cantábrica.
Se le considera como uno de los tres robledales más importantes de España, debido a su extensión y a la gran conservación de los espacios naturales, la flora y la fauna, junto con el de Garralda, en Navarra, y el de Muniellos, en Asturias.
En la actualidad, es un bosque bastante escaso en comparación de lo que debió cubrir en su día. Es una de las masas forestales más destacadas tanto de Castilla y León como de Cantabria.
Estamos situados al sur del Pantano del Ebro, y a la salida de la ruta llegaremos desde Santa Gadea de Alfoz, y en dirección a la localidad de Higón, nos encontraremos una pista asfaltada que nos llevará al inicio de este sendero, donde además podremos aparcar.
Podemos comenzar la ruta desde aquí, o podemos, si el camino está en condiciones salir desde la cabaña de Hijedo (un pequeño palacete montañés levantado a principios del siglo XIX), a 1,7 km del parking. (aunque creemos que está prohibido aparcar en esa zona).
Desde la cabaña de Hijedo la ruta será circular enlazando, por el bosque, el Arroyo Hijedo hasta Boca del río. Desde aquí, estaríamos muy cerca del parking del comienzo, pudiendo volver en poco tiempo si es necesario por una emergencia o necesidad.
Desde Boca del río volvemos de nuevo a la cabaña de Hijedo, pasando por los arroyos de La Varga, La Corteza y La Teja.
El camino está bien marcado con marcas amarillas y blancas, como PR que es. Debemos tener cuidado, ya que un manto de hoja de roble cubre el camino en determinadas épocas, y podemos perder el sendero.
Vamos a trasladarnos al medievo. Los cronistas de la Alta Edad Media contaban que los monjes que se trasladaban a evangelizar el norte de Castilla desde La Rioja tenían que atravesar «La Selva de Higedo«, muy frondosa y poblada de terribles fieras, según ellos.
Los robledales comenzaron a sufrir intensas explotaciones en la Edad Media para cubrir las necesidades de leña y carbón. En el siglo XVII, para fomentar la construcción de navíos, la marina obtuvo privilegios en la administración de los bosques, permitiéndosele cortar todos los árboles adecuados para fabricar embarcaciones. Posteriormente en los siglos XVIII y XIX la madera de roble se utilizó para la elaboración del carbón destinado a las ferrerías. El Monte Hijedo, por su relativo aislamiento y como núcleo central de una gran zona boscosa resistió, pese a todo, estos avatares, aunque seguramente fue reducida su superficie primitiva.
Bosque mixto de roble albar y haya, tejos, alisos, abedules, avellanos, acebos, cornejos y arándanos.
Lobo, corzos y jabalíes, así como pequeños mamíferos como la garduña, martas, armiños, comadrejas, turones y tejones. En la Edad Media era frecuente divisar osos.
Estamos muy cerca del pantano del Ebro, donde podemos bañarnos en su playa, en Arija, además de hacer otras actividades como vela, windsurf, pesca, o navegación en canoa.
El centro de visitantes del Monte Hijedo se encuentra en la localidad cántabra de Riopanero.