El sendero de Herrán constituye la esencia rural del Parque Natural de Montes Obarenes – San Zadornil. Desfiladeros, arroyos, molinos, viejos caminos impregnados profundamente de su propia historia, ermitas, eremitorios, necrópolis, torres…

El río Purón, que procede de la alavesa aldea de Ribera, rompió con impetú la estructura de la Sierra Árcena y conformó un paso natural que el hombre utilizó desde los origenes del poblamiento del entorno.

A su vera surgieron, en los primeros tiempos de la repoblación, ermitas que configuraron la vanguardia de tan importante proceso colonizador: es casi seguro que sus ermitaños contribuirían al desarrollo de una lengua, la Castellana, que recién nacida, pugnaba por externderse hacia el sur, según la reconquista iba dejando espacio a los asentamientos cristianos.

4 claves para no perderse:

• La salida de este sendero parte del aparcamiento de Herrán. Cruzar el pueblo (aguas arriba) y salir del mismo por el camino de Ribera (junto a un molino).
• Después de cruzar el Río Purón por un estrecho desfiladero es preciso abandonar el camino más usado por otro que sale por la derecha, en dirección a un depósito.
• Tras un largo y pronunciado ascenso se llega a un collado en cuyas proximidades parte una senda que asciende al Pico Revillallanos. El SL continúa e inicia el descenso de regreso a Herrán.
• Llegando ya al dominio de las tierras de labor, el sendero cambia de rumbo y gira hacia el oeste (derecha) para después de un quiebro marcado por el camino llegar a una pista agraria que conduce al aparcamiento de Herrán.